This sheet music is part of the collection of luisalcasa :
José Luis Padula
Nombre real: Padula,
José Luis
Guitarrista, pianista,
compositor y director
(30 octubre 1893 - 12 junio
1945)
TEMAS AQUÍ
MENCIONADOS
Brindemos compañero
Tango
Dulce tango Tango
El borracho Tango
La mentirosa [b] Ranchera
Lunes Tango
Nueve de julio Tango
Tucumán Tango
CREADORES AQUÍ
MENCIONADOS
Agustín Magaldi
Alfredo De Angelis
Ángel Vargas
Carlos Dante
Enrique Cadícamo
Ernesto Ponzio
Eugenio Cárdenas
Francisco García
Jiménez
Juan Carlos Bazán
Juan Maglio
Lito Bayardo
Virginia Vera
Por
Néstor Pinsón
ste músico hijo de
inmigrantes, nacido en la
norteña provincia de
Tucumán,
incursionó en el tango
y en el folclore. Su padre era
italiano, él le
trasladó su
inclinación por la
música. Ya de
niño, tocaba la
armónica y la guitarra.
Lamentablemente, quedó
huérfano a los 12
años y no contó
con su madre, de la que casi
nada se sabe. Por ese motivo,
siendo aún muy joven,
salió a la calle a
procurarse la subsistencia.
Se le ocurrió
incorporar su armónica
a la guitarra. La fijó
a un palo sostenida por un
cinturón a la parte
superior del instrumento y
así llegaba a su boca.
La curiosidad que
despertó tal
conjunción en la gente,
sumada a su intuición
musical y a la facilidad para
ser melodioso, le
permitió recorrer su
provincia y otras
aledañas hasta recalar
en la ciudad de Rosario, en la
provincia de Santa Fe.
Todo este andar trashumante lo
convirtió en un bohemio
impenitente. Pudo vivir, pero
siempre con el último
centavo en el bolsillo, sin
embargo, mantuvo esposa y seis
hijos cuando definitivamente
se instaló en Buenos
Aires.
Manuel Escobar, pianista
tucumano varios años
menor, frecuentaba su mesa con
otros amigos y recordaba que
alguien una vez le
preguntó a Padula, si
era cierto que en el
Café España
—donde tocaba en una
orquesta—, había
puesto en su atril la
partitura al revés
porque no sabía para
nada de notación
musical. «Así
fue»,
contestó.
Era un dotado natural que
llegó a tener un estilo
limpio lleno de ritmo y
sugerencias cuando en el piano
tocaba tangos. Y
continúa Escobar:
«Fue un hombre de
físico bien armado,
correctamente vestido de
acuerdo a sus posibilidades,
amigo de la noche,
dicharachero y bromista, autor
de frases originales, gran
tomador de café, y al
que algunos llamaban El Tuerto
por su ojo derecho cerrado.
Fue un talento y un tipo
querible.»
Instalado desde 1936 en
nuestra ciudad, su primer
trabajo fue en un
cafetín de Avellaneda,
donde ganaba dos pesos con su
guitarra con la
armónica adosada. Pero
cuando por causalidad en el
altillo del local
encontró un piano y el
dueño del local lo
escuchó practicar, le
propuso pagarle el doble si
también trabajaba de
pianista. Su estadía en
la ciudad no fue permanente,
realizaba frecuentemente
viajes a Rosario y a
Córdoba cuando
surgían trabajos.
En Tucumán, con su
orquesta típica, hizo
presentaciones en Radio
Aconquija (hoy Radio
Independencia) y en Buenos
Aires, en Radio Prieto donde
su vocalista fue Ángel
Vargas. Con este gran cantor
grabó dos temas de su
inspiración:
“Brindemos
compañero”, letra de
Enrique Cadícamo y la
ranchera “Ñata
linda”, con versos de Lito
Bayardo.
Previamente, por 1932,
integró la orquesta que
conducían Ernesto
Ponzio y Juan Carlos
Bazán. Trabajó
además, en la revista
evocativa De Villoldo a
Gardel, representada en el
Teatro Nacional, en la que
asumió el rol de
Villoldo, por su versatilidad
con los instrumentos.
Su creación de mayor
éxito fue el tango
“Nueve de julio”, que
llevaron al disco innumerables
intérpretes. Fue
editado en la ciudad de
Rosario en 1918 como
tango-milonga, sin letra.
Bohemio y sin dinero,
vendió los derechos de
autor en cinco pesos a un
señor Trebino, para
cobrarlos cuando se editara en
Francia por la editorial
Salabert. Más adelante,
encargó en Buenos Aires
una nueva edición a la
editorial Perrotti. Cuando
esta apareció fue con
una letra no autorizada
realizada por Eugenio
Cárdenas. Lito Bayardo
relató al respecto que
a fines de la década
del veinte se enteró de
éste
despropósito e
inició una
investigación por su
cuenta y luego acciones
legales con el consentimiento
de su amigo Padula, quien
aceptó que Bayardo
escribiera una nueva letra, la
que fue grabada por
Agustín Magaldi.
Bayardo nos cuenta una linda
anécdota. Estaban en
Rosario terminando de acoplar
su letra al tango, el
músico quedó en
la casa tocando el piano,
mientras, él
salió por un
compromiso. Magaldi estaba
citado para las cinco de la
tarde para conocer la
composición. Estando en
sus gestiones se
encontró con Gardel
quien pasaba unos días
en Rosario, era 1931.
«Gardel me pidió
un viejo estilo que me
había cantado:
“Amargura (El
Floridense)”.
Encontré la partitura y
quiso ir a mi casa para que se
la pasara. Cuando entramos
sorprendimos ensayando a
Padula y Magaldi. Gardel que
conocía la
música se acercó
y leyendo el borrador de la
partitura le hizo dúo.
Fue una lástima no
poder registrar aquel momento
único.»
Y para finalizar con Bayardo,
otra anécdota:
«En mala época me
vine a Buenos Aires con mi
mujer, plena crisis del
treinta. Alquilamos una pieza
en Belgrano y Cevallos y tan
mal iban las cosas que
pensé en empeñar
mi guitarra... Un día
se aparece José Luis,
venía para hacer tiempo
hasta que lo atendieran en la
editorial Columbia donde
debían pagarle
algún dinero. Tuve que
salir un rato y le dejé
la guitarra diciéndole
en broma que compusiera alguna
cosa. Al regresar me hizo
escuchar una ranchera que me
gustó. Me pidió
que le pusiera letra y a
mí ya me sonaban unos
versos, la titulé “La
mentirosa [b]”. A la tarde,
propuse ir a lo del amigo
Perrotti. Padula la
repasó al piano y yo la
entoné. «Muy
buena.», dijo el editor.
«¿Y la
partitura?»
—preguntó. Claro,
aún no la había.
Entonces le dije que contara
con ella a la brevedad, pero
que en ese momento
necesitábamos un
adelanto. Nos dio cinco pesos,
tres para el músico y
dos para mí. Fue un
éxito notable, se
tocó en todo el
mundo.»
Padula compuso otras obras
notables: el tango
“Tucumán”, que
grabó D’Arienzo;
“Lunes”, posiblemente su
otro tema más
difundido, con letra de
Francisco García
Jiménez, que entre
otros grabó Alfredo De
Angelis, con la voz de Carlos
Dante; la milonga
“Picante”, registrada por
Biagi; “Memoria”, grabado
por Fresedo en 1926; los
tangos “Bicho feo” y “En
tren de farra”, registrados
por Juan Maglio. La Orquesta
Típica Víctor
llevó al disco: “La
mentirosa [b]”, “Lunes”
y los valses “Noche de
estrellas” (que
también grabó
Canaro) y “Noches de
invierno”.
Con la colaboración de
Lito Bayardo: los valses “No
dudes de mí” y “Me
duele el alma”, grabado por
Virginia Vera; y las rancheras
“La mentirosa [b]”, —ya
nombrada- y “Afilando”.
También le pertenecen:
“Pirincho”, “El
chiflado”, “El
borracho”, “Pasó en
mis pagos”, “Dulce
tango”, “La diana”,
“El varoncito”, “25 de
Mayo”, “Noche de
estío”, “Mi
vida”, “Tristezas del
alma” y tantos
más.
En síntesis, este
arquetipo de Buenos Aires,
dueño de un
extraordinario talento
natural, fue un impecable
melodista, que sin saber
música vivió de
ella y nos dejó
creaciones que vencieron al
tiempo y que hoy son
auténticos
clásicos del tango. Sheet music list : › padula la forastera